Hombre

Hombre, creo que era un hombre. Pero no se, quizás... La sombra negra acoplada rígida a la pared, reptando de ladrillo en ladrillo hasta llegar a una esquina y doblarse como el lápiz en el vaso de agua...

Diría que era una sombra de hombre. ¿Y quién sabe? ¡Vaya usted a saber! En fin ... ¿Por qué le estoy dando tantas vueltas a una cosa tan insignificante? La sombra era negra, gris oscuro en algunas partes, y me miraba con unos ojos invisibles que penetraron mi cuerpo como rayos de sol, dejando un leve rastro caliente que, sin llegar a ser molesto, hacía que me cosquilleara la piel. Supuse que era la mirada de un hombre, la sombra de un hombre.

Mantra

Tan sólo un mantra repitiéndose constantemente en mi cabeza, sin descanso, sin tregua, sin respiro... ¿sin sentido? Tal vez deba arder todo, quedar vacía, sin prejuicios, lista para un nuevo comienzo, escalón a escalón, pidiendo perdón antes de nada y pensando que hay drogas que es mejor no probar.

"Quiero ver a que sabe tu olvido"

Siempre caigo en los mismos errores. Tan lejos de la felicidad que ni siquiera una sonrisa forzada puedo colocar ante extraños.
Me conformo con hablar sobre ello, basándome en la imaginación y en un trago de algo que caiga hondo. No voy a rogar por la perfección, prefiero seguir en el olvido. Al menos hasta que consiga  comprender que mis desatinos son solitarios, y que no habrá nunca ningún testigo para hablarme sobre ello frente a frente. Me conformo.

Piel de uva

La uva que caía lento mientras el sonido de la campanada le recordaba el injerto en la cepa donde vivió sus días esperando ser vino hasta que llegó una bolsa que cubrió su cabeza y la hundió en un abismo por el que cae zumo, pipas y piel.