viernes, 28 de septiembre de 2012

Ventana

Entra mucho ruido por esa ventana. Creo que tendré que cerrarla. Cierro la ventana.
¡Dios mío! El silencio ahora es abrumador. Es inaguantable, tengo que hacer algo. 
Al fondo hay una puerta negra. Escondida, misteriosa... de esas que hay que abrir y luego, mas tarde, cruzar. 
Abro la puerta, y al otro lado descubro algo horroroso, atroz, horripilante, asqueroso, innombrable, invisible... no hay nada. Y la nada es también abrumadora, y me mata.
Me mata de aburrimiento y muero.